21 septiembre 2012

The tree of life del marketing en 'ser o no ser'


Hoy me puse a ver The Tree of Life, si bien, siento que el estilo de toda la película es a lo Darren Aronofsky, mientras veía el vasto océano, los volcanes chisporroteando, el viento mover la grama, las llamas abstractas de la vida, la lluvia caer, las nubes pasar, los pájaros cantar en el cielo, el mecer de las copas de los arboles, asteroides chocar contra la tierra, células reproducirse, medusas nadar, las columnas del universo turquesa y demás al son de una canción fantástica que recitaba “Lacrimosa” constantemente y que luego pude buscar en el internet y descubrir que exactamente ese era el titulo de la canción compuesta por Zbigniew Preisner. Me puse a pensar en todo lo que conforma la vida, Dios, Yo y todo lo que nadie con 24 años y las hormonas abrasantes, suele pensar al ver una película de Brad Pitt.

Me puse a pensar mucho en eso, con fondo nostálgico por la música y las escenas que me recordaban a cualquier wallpaper de Windows 7, lo bello que era el mundo, que la humanidad también es bella, o era y en cómo hemos dejado de ser bellos.

Si bien, la película presenta dos perspectivas, al mostrar también una urbe y arquitectura bella, es mas sustentable lo bello de la creación, lo que conforma el árbol de la vida en si. Y fue así como de un momento a otro estaba pensando en que si es mas sustentable por todo el marketing en el que mi generación a crecido en cuanto a la realización de lo mal que la humanidad le cae a la vida natural de la tierra en todas sus formas. 
Pensaba si había sido inducida por el marketing a pensar en aquello. YO una persona sobresaliente de manera excepcional de la media y al mismo tiempo que me preguntaba mientras me atterorizaba, todavía con música nostálgica de fondo, el sólo imaginar que si yo había caído en dicho embauco, los demás que eran el promedio y disfrutaban de la aparición de Brad Pitt en la película y era lo único que notaban, OBVIAMENTE habían sido inducidos con mayor facilidad a pensar en tal cosa.

Quizás pareciera que no es importante saber si hemos sido inducidos a puro marketing a creer que las cosas naturales que han existido en el mundo miles de años antes que cada uno de nosotros existiera, pero aquí es donde llego a lo que luego mi mente pensó ipso facto 3 milésimas de segundo luego de hacerme la primer pregunta y es: ¿Cómo sabemos que somos nosotros mismos y no es el marketing que “somos nosotros mismos”? ¿Cómo sabemos que no hemos sido inducidos también a creer algo de nosotros?

Yo no puedo negar que los grandes medios tengan influencia en nosotros, porqué estamos condicionados socialmente y culturalmente a tener referencias en todos los temas de nuestra vida y sin duda alguna hoy en día es parte de nuestra cotidianidad luchar por ser nosotros mismos. Todo grita para “definirte” de alguna forma: los libros, las películas, la música, la ropa, los condones, el café del Starbucks, etc.

Sin duda, una de las luchas en la vida es llegar a conocernos aun estando en este campo perennemente cambiante, llamado vida, pero descubrir quien eres y ser realmente uno mismo sin ser inducido por esa basta cantidad de “ser uno mismo” que existen en el mercado es difícil. 

Es difícil notarlo cada vez mas en un mundo donde es fácil descubrir cosas que te agraden y tener gustos particulares que son main or not mainstream, pero sin dunda alguna, desperdiciar toda una vida (y entiéndase como vida un cerrar de ojos de la Eternidad y de todas esas escenas bellas que ponemos de wallpaper) es verdaderamente una locura insana, es morir en vida.

Fue así como descubrí porque todo lo bonito eran esas escenas y esos sucesos que tenían poco o nada que ver con la humanidad y es porque son ellos, aun no sabiendo que son ellos mismos, pero es que  ni siquiera en todo su esplendor han tenido la oportunidad de darse cuenta que son parte de esa gran gama de detalles  que conforman la inocencia del planeta que no ha hecho nada mas que hacerle huevos y aguantarnos. Y si ellos mismos no saben, pues imagino que menos nosotros.