22 octubre 2010

Cambiando sociedades con Facebook: Un millón de voces contra las FARC

Oscar Morales estaba harto. Era tiempo de vacaciones en su ciudad natal de Barranquilla, Colombia, justo antes de la víspera año nuevo del 2008.
Morales, un ingeniero civil de espíritu apacible con un don para los ordenadores, pasaba sus días en las playas cercanas, muy tranquilo con su familia. Pero a pesar de disfrutar las vacaciones, al igual que una gran parte de sus paisanos, sus pensamientos estaban a oscuras por el sufrimiento de un niño llamado Emanuel.

Emanuel era el hijo de cuatro años de edad, de Clara Rojas, quien había sida secuestrada en las selvas de Colombia durante seis años. Su hijo, Emanuel, había nacido mientras ella estaba en manos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocido por sus iníciales como las FARC.

[ Las FARC han secuestrado alrededor de 700 rehenes, entre ellos la candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada junto con Rojas durante la campaña de 2002. ]


La simpatía y tristeza por los rehenes de las FARC son algunos de los sentimientos cada vez más presentes en Colombia, al igual que el miedo sobre lo que el ejército revolucionario inhumano podría hacer con el país.

El caso de Emanuel había adquirido mucha popularidad en la prensa porque desde hace algún tiempo Hugo Chávez, presidente de la vecina Venezuela había estado tratando de negociar con las FARC sobre la liberación de Betancourt y los demás. Para que luego, bruscamente a finales de diciembre, la guerrilla anunciara que pronto le devolverían Emanuel y otro rehén a Chávez.

En un país agotado por una batalla de décadas con la guerrilla, aquello era algo demasiado raro y bueno al mismo tiempo. "La gente estaba deseando un regalo, un milagro. Emanuel era un símbolo. Todo el país sentía la promesa: «Por favor, dejen a Emanuel obtener su libertad. No habría mejor regalo de navidad de las FARC»", pensaba Morales. Pero a medida que el nuevo año llegó, Emanuel todavía no había sido liberado.

En los primeros días de enero, el presidente colombiano Álvaro Uribe hizo una aparición en la televisión nacional para entregar la impactante noticia: ¡Emanuel no estaba en poder de las FARC! El hijo de Rojas había enfermado gravemente algún tiempo antes de la liberación así que las FARC lo habían entregado a una familia de campesinos por lo que, inesperadamente, estaba en manos del gobierno.

La nación todavía estaba de vacaciones, contando con basta cantidad de tiempo para ver las noticias que solamente trataban de pobres, enfermos y del abandono de Emanuel. Morales políticamente comprometido con la familia Rojas, salía de día a la playa a debatir que mas podría suceder con sus amigos.
"La gente estaba feliz porque el niño estaba a salvo, pero nosotros estábamos tan jodidamente enojados", dice Morales. "Perdónenme por usar esa palabra, pero nos sentimos enojados con las FARC. ¿Cómo se atreven a negociar por la vida de un niño que ni siquiera tenían? La gente sentía que esto era demasiado. ¿Cuánto tiempo más las FARC van a jugar con nosotros y nos mentirán? "

Morales, cuya rabia corría por sus venas quería desesperadamente hacer algo. Por lo que recurrió a Facebook. Aunque la página en esa época todavía no había sido traducida al español, Morales hablaba con fluidez el inglés, y había estado manteniendo un perfil por más de un año publicando información sobre si mismo y manteniendo la red de su colegio y universidad.
Pasar tiempo en Facebook ya era parte de la rutina para Morales.

Un día sin pensarlo dos, escribió las cuatro letras "FARC” en el cuadro de búsqueda de Facebook y apretó enter. No hubo resultados. No hubo grupos. No hubo activismo. No hubo indignación. En Facebook donde es común que existan grupos dedicados a casi todo, no había ni tan solo uno en contra las FARC.
Los ciudadanos de Colombia que se había acostumbrado a estar enojados, estaban también acobardados. En efecto, todo el país había sido tomado como rehén, algo que había estado ocurriendo por décadas sin que se dieran cuenta.

Morales pasó un día preguntándose a si mismo si estaba dispuesto hacerse publico en Facebook y que consecuencias podría traer consigo. Decidiendo, al cuarto día, dar un paso adelante creando un grupo en contra de las FARC. "Fue como una terapia", dice. "Tuve que expresar mi enojo." En la descripción breve del grupo escribió: Lucha contra las FARC.

Morales, un autodenominado "adicto a la computadora", era experto en programas de diseño, por lo que diseñó un logotipo con una bandera de Colombia de forma vertical y encima escribió con letras mayúsculas: NO MAS SECUESTROS, NO MAS MENTIRAS, NO MAS MUERTES, NO MÁS FARC. "Yo estaba tratando de gritar como si estuviera en una multitud", explica. "Ha llegado el momento para luchar contra las FARC. Lo que había sucedido era insoportable"

¿Como debo llamar a mi grupo? fue su segunda pregunta. En Facebook es común utilizar nombres de grupos como "Apuesto a que puedo encontrar un millón de personas que odian a George Bush". Pero a Morales no le gustaban estos títulos. Eran más relajados y no era un concurso. Iba en serio.
Sin embargo, a él le gustaba la idea de un millón y en base a la famosa canción española que se llama "Un millón de amigos" jugó en su mente con la idea "Un millón de personas contra las FARC" y fue así como surgió con: "Un millón de voces contra las FARC"

Después de la medianoche del 4 de enero, Morales creó el grupo y lo hizo público para que cualquier miembro de Facebook pudiera unirse. Su red personal que constaba de más de 100 personas fueron invitadas. Al terminar eran las 3:00am y Morales se sintió tan cansado que se fue a la cama.

A las 9 a.m. de la mañana siguiente entro a Facebook y vio su grupo, ¡Tenia 1,500 personas como miembros" "Woooooooo!" Morales gritaba de alegría. Era una respuesta aún mejor de lo que esperaba!
Ese día al ir a la playa, le conto a sus amigos sobre el grupo y les pidió que invitaran a sus amigos en Facebook a unirse también. Al momento que Morales regresó a su casa en la tarde, el grupo tenía 4,000 miembros.

"Fue entonces cuando me dije: Muy bien, no mas playa, no más salir” Morales estaba dispuesto a tomar el grupo en serio. "Me sentí, ¡Oh Dios mío! ¡Esto es lo que quiero, una comunidad comprometida de todo el mensaje!"

Morales pronto estableció lazos con varias personas que estaban publicando con mucha vehemencia, intercambiaron direcciones de mensajería instantánea de Skype y números de teléfono celular para que pudieran continuar sus conversaciones en línea.
A medida que más y más colombianos se unían al grupo, los miembros empezaban a hablar no sólo sobre que tan locos los tenían las FARC, sino también lo que debían hacer al respecto.

El 6 de enero, justo el segundo día de crear el grupo, con más de 8 mil miembros un consenso emergía del discussion board del grupo que decía "Hagamos ALGO".

"Un millón de voces contra las FARC" es hoy en día uno de los fenómenos mas grandes de las redes sociales, pudiendo captar millones de seguidores en cuestión de días. El grupo no solo reunió miembros colombianos sino también obtuvo miembros de 40 países diferentes, quienes se organizaron por si solos para realizar el 4 de Febrero de 2009 una de las marchas mas grandes y sin precedentes en las 190 ciudades de los diferentes 40 países que abarcan los 5 continentes con un solo mensaje: "NO MAS FARC"

1 comentario:

  1. Aunque no lo creas, este es un documento que ademas de estar muy bien escrito es un buen testimonio de lo que paso con respecto al No Mas FARC... al principio.
    Lo que me trajo aca es saber como lo que comenzo tan bien, termino tan mal. En menos de un mes, Morales se habia convertido en una persona energumena que de un momento a otro cerro su grupo y echo al resto de los coordinadores.
    Cuando uno conoce los hechos despues del 4 de febrero no puede seguir creyendo que O Morales sea una persona tan integra y desinteresada como trata de aparecer, es realmente triste.

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