08 junio 2011

Condenados a la prisión y a la violencia

Toda la vida me ha gustado caminar, me ha encantado desde que puedo recordar. Esto quizás se lo deba a mis compañeros de instituto con los que caminábamos desde el atardecer y lentamente junto con nuestros pasos mirábamos el anochecer.

Caminábamos y hablábamos, lo cual no solo hizo que profundizara mi amistad y mi relación con ellos, sino, me dejo esta costumbre en la que caminando aclaras tus pensamientos, como que si el caminar fuera un viejo amigo al que uno le comenta lo que el ya sabe: tus ideas y problemas.

Hasta el día de hoy prefiero caminar, mas si es de noche. Si bien se, hoy son pocos los lugares en los que uno y los demás están en paz y no anden buscando problemas. Se que no existe un lugar seguro por su naturaleza intriseca dado que actualmente para que exista un lugar seguro, tienen que existir guardias y mossos que vigilen para que nadie rompa esa norma social.

Esa norma social que nos encanta pero que al mismo tiempo es tan superficial y tan débil. Esa norma que no existe sin temor y violencia y esto me lleva a preguntarme: ¿Será que el ser humano esta condenado a la prisión y a la violencia?

El Ser humano post modernista vive en esa sociedad represiva en la cual es victima del mismo sistema social, un sistema que no conoce de sentimientos y libertades inherentes.
No quiero que tomen esto como una libertinaje, sino, a que diariamente cometemos violaciones a las libertades de los demás al quererlos incluir en nuestro pacto social o en nuestra moral.

Un ejemplo claro de esta violación es la presión social que se ejerce en contra de una persona gay, la cual tiene un derecho inherente con su sexualidad, tiene derecho a vivirla plenamente y a nadie le debería de molestar, y bien se sabe que no es así, que diariamente esta sometido a dicha presión en nombre del "orden y moral social".

Cualquiera me podría decir que una persona por ser homosexual no esta condenado a la prisión y a la violencia como castigo y causa de represión, pero no tenemos que olvidar que en el caso de la sexualidad, los años 60 marcaron un boom y un oleaje destacado en el que muchos hombres (mayoría) decidieron revelar abiertamente sus gustos sexuales, y con ello vino la represión de un sistema y una nación, así como el ataque del brazo justiciero del mismo sistema; brazo creado para la misma protección de la sociedad.

Quien trate de ignorar este hecho, solo debe de ver un documental de Harvey Milk y podrá entender de que hablo.

Cual fuere el caso, no deseo hablar sobre la sexualidad en si, sino de la decadencia de los derechos inherentes que todos poseemos por ser humanos, de libertades que lentamente han sido cortadas y restringidas en nombre de un bien común superficial.

Si exploramos en la historia veremos que quizás esta característica no se da solamente en la cultura post modernista, sino contrariamente, se encuentra repetida en toda la historia desde la época feudal.... ¿Será que nosotros somos el problema? ¿Será que nos obligamos según morales filosoficas contemporáneas de cada época a buscar un "equilibrio superficial" de libertades y restricciones?

Así como la postura de Kant, creo firmemente que el ser humano constantemente trata de establecer un marco vivencial al que le denominamos "moral", un marco referencial llamado "ética", todo con el fin de establecer esa linea que luce lejos, pero que lentamente se dobla entre sus dos puntas y nos coarta acciones, sentimientos e ideas; esa linea creada para evitar "catástrofes de tipo común".

El problema quizás no ocurre hasta este punto, sino luego, por cada etapa establecemos nuevos significados para "catástrofes de tipo común" (a veces por democracia aka "conveniencia" de mayorías) en base a ese marco vivencial, lo cual da la pauta a convertir cualquier bobada en "algo que no debería de suceder", "algo incorrecto", "algo inmoral".

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