05 febrero 2011

El precio de la desconfianza

Me gustaria escribir realmente lo que siento, esto no se debe a mi limitante capacidad de escribir, sino a reglas sociales de las cuales no quiero saber pero que sin duda alguna me limitan de maneras sorprendentes.

Por momentos me siento inspirada y siento el valor de decir las cosas, pero luego de titubeo y me controlo, pienso en la prudencia, en el que dirán y opinaran y me da miedo.

Me da miedo que se enteren de que pienso en realidad, cuales son mis gustos y disgustos, que siento.. y una infinidad de cosas que no me dejan sincerarme con la humanidad por mas que intente.

Quizás eso sea como mentirse a uno mismo... quizás no.
Quizás eso sea ser hipócrita, no lo creo. Quizás eso sea excesivamente desconfiado... y es cierto, lo es.

Al final creo que es mejor ser cerrado y no permitir que cualquiera te dañe a fondo, no se que es eso o como se sentirá, pero prefiero no descubrirlo aunque el precio a pagar sea callar todos mis pensamientos y dejarlos solo para mi.

Me temo que bajo esta confesión podría decir que nadie es mi amigo mas que yo y el creador que de por si, sin pedirme permiso, sabe que es lo pienso todo el tiempo. En ese caso, el seria mi único amigo... y no porque yo le pida, sino, porque esta un paso adelante como un inverso de la sombra de uno mismo.

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