Si los ojos son la ventana del alma, la capital es la ventana de un país. Por desgracia la capital de El Salvador es la capital más sucia y desordenada de América Latina.
Básicamente el problema esta en que miles de vendedores “ambulantes” e informales se han tomado las calles para vender y poner sus negocios. Si bien esto es simple, el mercado esta conformado por muchos kilómetros cuadrados, es decir, TODA la capital es un mercado, quizás existan unos 16 kilómetros de vendedores informales en donde lo que abunda son gritos (de las promociones y sus productos), basura (porque la gente que vende no mantiene limpio), ladrones (porque mucha mercadería que se vende en robada y porque como todo lugar bien poblado hay ladrones, sin mencionar el mercado negro) y trafico (porque todos los buses atraviesan el centro y como toda la gente esta en las calles es muy pero muy difícil avanzar.
Para quienes no lo sepan porque son extranjeros o porque viven en el país dentro de una burbuja, este problema siempre ha existido, quizás deberían de cambiarle el patrón por “Don Caos, Patrón de San Salvador” Como sea… San Salvador es el lugar mas espeluznante, inseguro, insalubre de todo el país pero claro, se encuentran buenas “cachadas” (ofertas de objetos originales robados de furgones) de todo tipo: ropa, zapatos, carteras, cosméticos, etc., etc.
Después de muchos intentos de varios alcaldes, nadie hasta la fecha ha podido mover a esas personas o solucionar el problema, a lo contrario, cada vez se hace mas grande y el numero de vendedores informales aumenta y con ellos, el territorio acaparado.
Actualmente, el alcalde Norman Quijano (del partido de derecha) gano con un numero de votantes sorprendentes y su gran apuesta es ordenar todo este caos, movilizar a los vendedores a nuevos puestos de venta y hacer el centro del país una zona maravillosa que atraiga a los turistas (dado que en la capital existen hermosos inmuebles porque en los años 30 fue zona de ricos)
El problema inicial dice así: “Los vendedores no se mueven, no le encuentran problema o daño a tomarse la calle o aceras de la capital. El alcalde se ha reunido alrededor de 15 veces con los representantes de los vendedores y solo aproximadamente el 10% acepta en ser movilizados de la zona para ser parte de un mercado el resto dice: Solo muert@ me mueven de aquí.
El alcalde tiene derecho a movilizarlos y expropiar zonas, por ello les manda una notificación a todos los vendedores informales que tienen 30 dias para irse del lugar o el les decomisara la mercadería que se encuentre en el lugar.
Pasan 30 días y nadie se va voluntariamente así como nadie es desalojado, después de unos 60-70 días el alcalde empieza a desalojar una zona y lentamente viene desalojando varias zonas mas.”
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Cuando se desalojan los vendedores el CAM por orden del alcalde con base a un derecho de su posición como alcalde, tiene derecho a decomisarles la mercadería y el se las puede regresar. Usualmente cuando desalojan a estas personas siempre se quejan de que les roban cosas o se las regresan en mal estado. Por ello el alcalde ha tomado foto y video así como inventariado las pertenencias.
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Ahora tras haber escuchado el problema hablemos puntos de vista.
1. Los Vendedores:
En nuestro país no falta decir que existe mucha pero mucha inmadurez y poca cultura civil y social. Sin hablar sobre los motivos que llevaron a varias personas inicialmente a empezar usar puestos y negocios en la calle, ellos no le ven un problema a tomarse parte de la acera o un carril de una calle para poner su negocio. En teoría su puesto es su acceso al alimento, educación, casa y salud.
Sin embargo estos puestos no mejoran los estilos de vida de los hijos de las vendedoras, muchos vendedores no mandan a sus hijos a las escuelas, no les enseñan valores a ellos o a como hay q esforzarse en la vida. Sus hijos se quedan con ellos y lo único que aprenden es a como gritar: “4 tomates por una cora”. Los círculos viciosos aumentan por cada hijo.
No negaremos que este es la fuente de ingresos de estas personas, pero muchos han creado grandes negocios, pisos de cerámica, baños con inodoro y lavamanos, tienen aire acondicionado, plasmas y lcd’s de 42”. Es decir, han hecho un gran negocio donde ni los mismos dueños atienden ya, sino, contratan de 4 a 6 personas para que lo cuiden y les pagan un suelo mínimo a cada uno. Los negocios son obviamente rentables y ellos no pagan la luz, el agua, impuestos, ni nada de nada porque “son pobres”.
Otro aspecto altamente notable son los enlaces de los vendedores con la ilegalidad y delincuencia. Esto se debe a que la mercadería proviene de asaltos a furgones sin mencionar que las ventas de películas deja notar que no se defienden los derechos de autor o creación y que se “asolapa” desde la pornografía en general hasta la de menores.
Por conclusión, los únicos con un derecho inherente a realmente vender son aquellos vendedores meramente informales y ambulantes, señores de un canasto que a veces ni tienen para comprar lo que luego venderán.
2. El Alcalde
Norman Quijano que gano hace un año ser alcalde de San Salvador ha tratado de proteger y embellecer la capital desde su candidatura. Si bien “todos” los que se postulan a una candidatura publica ofrecen el cielo y la tierra el empezó con acciones, algo realmente diferente. No esta de mas que el es de un partido de Derecha que había estado en poder y que como en todos los países se les cataloga: “aman a los gringos”, “odian a los pobres”, “son ricos y millonarios” y blah blah…
Como sea, Quijano gano las elecciones y sin duda alguna un tema de índole imperativa era la situación de la capital. Era obvio que no le agradaba la situación en la que estaba y que iba a mejorarla. Como todo hombre que mantiene una visión realmente diferente a la de los vendedores (que si por ellos fuera todo seria un basurero por lo que se deja notar) quiso resaltar lo bonito que tenia San Salvador.
San Salvador, como dije antes, tiene muchos inmuebles que datan de los años 30 en donde los ricos del país demostraron la plata y el poder que tenían con sus mansiones. Sin mencionar que están museos e iglesias importantes.
Muchos inmuebles fueron quedando abandonados por la creciente cantidad de humo de buses, delincuencia, círculos de vendedores,etc., etc… Sin saber decir desde hace cuanto, la capital había sido de día mercado y de noche, club de roedores y ciudad de locos. Fue por ello que Quijano decidió recuperar las casas que se pudieran y cerrar otras, donde solo había basura y los vagos y locos ocupaban como casa y baño publico. Esto hizo un gran cambio.
Su siguiente paso fue la mejora y limpieza de calles, acompañado de la vegetación de aceras y parques, creación de zonas verdes y mejoramiento de plazas y redondeles públicos. Y hasta el día hoy ha tratado de recuperar el posicionamiento de “ciudad” a San Salvador ubicando banderas con la heráldica y la bandera en lugares públicos.
El primer encuentro del alcalde con los vendedores se debió al tratar de quitarlos de las afueras del museo. No existe mas motivo con: Ese museo tienen una arquitectura única en el país, es un lugar hermoso al que nadie visita por miedo a ser asaltado o secuestrado. El lugar con los vendedores afuera era muy sucio.
Cuando a los vendedores se les notifico su traslado lo tomaron mal y dijeron: “¿A quien le importa esta mier**? ¡Si se esta cayendooo!”, “¿Por esta pared podrida nos quieren mover?”, “¡Si nadie viene aquí!”
3. Los Buses.
En el país, todos los buses terminan su ruta en la capital. Básicamente llega un punto de la ruta que TODOS los buses tienen, dado que para llegar a la capital solo hay dos rutas y la mayoría de las rutas toman esas dos.
El caos que los buses generan solo lo conocen las personas de aquí, pero consiste en que los conductores de los buses o “buseros” como se les dice acá se creen los dueños de las calles, se detienen en todos lados, hacen parada en cualquier lugar, sin mencionar que en promedio las paradas de bus están una en cada cuadra (cada cuadra mide a lo mucho 100 metros).
Si el busero tiene prisa, va a unos 70kilometros por hora y para en cada cuadra donde haya gente. Si el bus va solo el busero se queda 30 mins en cada parada (y para muchos ir solo es ir con más de 100 pasajeros).
Si bien, esto afecta de manera directa al trafico, el sistema de buses o transporte publico afecta directamente al problema del caos en la capital dado que donde hay una parada, existe un vendedor. Donde están las paradas de buses hay personas y donde hay personas hay posibles clientes.
Es decir, todas las personas que abordan los buses en los puntos o en las terminales de buses terminan siendo compradores de los vendedores informales y ambulantes. Donde están los buses están los comercios y donde están los comercios hay ventas de pupusas, almuerzos y al final hay ventas de películas, maquillaje, ropa, verdura y fruta, etc., etc.
Si San Salvador fuese un lugar cerrado donde los buses llegaran hasta cierto punto y luego otro bus (solo una ruta) llegara al centro pues seria mejor… O quizás si no entraran solo dieran la vuelta en las afueras seria bueno.
4. Los Marosos
De tras del caos de los vendedores se esconden no solo delincuentes y ladrones (que se denominan revendedores) sino también personas que asaltan a la población, marosos que lo único que les gusta es hacer lo que ellos quieren, marcar territorio e intimidar a las personas.
El desorden de San Salvador es la perfecta cancha para que jueguen a pedir la renta, robar bienes, manchar paredes e inclusive secuestrar y asesinar a personas. De esto no solo son victimas los transeúntes del centro capitalino, sino también, los mismos vendedores que en vez de denunciar, asolapan a los delincuentes por miedo o porque son sus hijos o hijos de la del negocio de la par.
5. La basura
Así como San Salvador tiene problemas con las cañerías en invierno, así lo tiene con la basura. La basura es uno de los problemas eternos, nadie sabe con precisión desde hace cuanto inicio este problema o si fue con los mercados pero hoy en día la basura y los mercados tienen un alto nivel de enlace.
El mercado de San Salvador es orgullosamente el factor que nos hace ganador de “La capital mas sucia de América Latina” las montañas de basura a cielo abierto y en plena calle son sobresalientes.
Si bien, “los negocios y puestos son el único sustento de estas familias” ellos no hacen ningún esfuerzo por mantener limpio, depositar la basura en depósitos adecuados o reciclar. Nada de nada, las libras de verduras y hortalizas podridas llaman a basta cantidad de roedores. Sin mencionar el jugo de basura que se hace por las constantes lluvias o simplemente por el agua que las mismas vendedoras tiran a las calles.
Esto no solo representa la falta del compromiso de estas personas con su propia salud así como la de sus familiares, sino también, representa una organización inadecuada del camión de la basura.
Los vendedores no pagan impuesto a la alcaldía por este servicio y si bien, están acostumbrados a recibir todos los beneficios sociales de los impuestos de gratis, no representan solamente para ellos una cucharada de su propia medicina, sino también, representan un riego por ser focos de enfermedades.
6. La población.
Toda la población que no es un vendedor ambulante, alcalde o maroso, tiene parte de la culpa en esta situación.
¿Por qué?
Como le comentaba a mi padre, las personas “mortales” pasan por alto los métodos y costumbres de compra del salvadoreño promedio. Nosotros como sociedad estamos, obviamente, acostumbrados a querer las cosas a “las ya”. No somos de las personas que entramos a los lugares a ver que hay de bueno, cuales son las ofertas o a preguntar los precios. Es por este motivo que los empresarios (de todo nivel) que desean vendernos algo tienen que ir hacia su publico. Sacan su mercadería a la calle, le ponen el precio e inclusive gritan sus ofertas.
Notemos que cuando una empresa desea darse a conocer a si mismo como empresa o sus ofertas, lo primero que hace es contratar a un tipo vestido como payaso y a un tipo con un mixer a que nos ponga regueton a todo volumen y nos grite con su micrófono y mega bocina las ofertas de adquirir sus servicios.
Y no termina ahí, estamos acostumbrados a consumir películas quemadas, a permitir la piratería y la delincuencia con el precio de adquirir servicios y productos a quizás el tercio del precio real y luego nos quejamos de que a las de las maquilas las explotan, pero nunca nos quejamos de que las camisas cuestan un dólar, es mas, si valen mas de un dólar “esta muy caro”. Hemos dejado de verle el precio real a las cosas, tanto así, que parte de la población no esta dispuesta a pagar por una camisa en una tienda legalmente establecida, sino, prefiere la del mercado.
Nosotros como consumidores, somos tan haraganes que le compramos a todos los vendedores que están en la pasada. Si bien todo mundo quiere que los vendedores no estén en la calle sino en un cubo de cemento llamado mercado… al final les damos la razón a ellos cuando dicen: la gente no compra en el mercado, no rinde cuentas pagar por estar en un establecimiento si vendia mucho mas en la pasada.
Todo esto no debe de ser especulación, solo falta tener un poco de interés y observar que donde esta una parada y unas oficinas, hay una señora vendiendo pupusas con todo y mesas y sillas; hay un tipo vendiendo pan, otro café y así va creciendo hasta que de pronto han tomado totalmente la acera y el malo es el alcalde por querer hacer lucir bien la ciudad.
Los culpables somos nosotros, nosotros preferimos a una venta ilegal que a un negocio establecido del mismo centro capitalino. Nosotros somos los culpables que las personas tengan que sacar toda su mercadería a la acera para comprarla. Nosotros somos los culpables de ser tan perezosos que votamos la basura donde sea y luego que las quebradas se inunden, que las pestes como el dengue nos maten a nuestros hijos…
Todos queremos que el desorden de San Salvador se acabe, pero ¿estamos como sociedad listos para asumir nuestra parte de la responsabilidad?
El Centro de San Salvador si necesita que los vendedores se muevan de lugar, que los buses dejen de pasar por ahí, que nosotros no seamos tan incongruentes. La única solución que le veo en este momento (viable) es que se modernice el estilo de mercado, que sea, (por ejemplo) una cuadra completa y que sean galeras, que no sea un cubo, sino un lugar abierto donde la gente pase por en medio… necesitamos un “La gran via” para gente que es sucia y no solo para ellos… sino también para sus hijos que no saben mas que gritar mas que la del negocio de la par.
Esta bien preguntarse el motivo de porque esto es necesario, y realmente se es tonto si no se piensa la respuesta, puesto que los vendedores son como gremblins, en vez de disminuir aumentan y dar un solución como esta permite al gobierno local de San Salvador, poder controlar a los vendedores, poder cobrarles impuestos y ponerle fin al abuso de los impuestos públicos, ya es demasiado lo que la sociedad ha mantenido a personas que al final del día no son nada mas que bacterias: No cuidan San Salvador y no dejan que otro la cuide.
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